La naturaleza nos está afectando considerablemente, las lluvias y los pronósticos de continuidad, crecida de los ríos, huaycos y desbordes e inundaciones, incrementan las condiciones de peligro y vulnerabilidad de las viviendas de nuestras poblaciones.
Las condiciones precarias de las mismas, paredes de adobes, suelos de tierra, techos inconsistentes…, su ubicación, en zonas de riesgo, ha hecho que muchas de ellas colapsen y dejen a las familias en la intemperie.
Dar una respuesta a esta emergencia es necesaria, sin embargo requiere de recursos que desafortunadamente no contamos. Urge la solidaridad para así poder mitigar el dolor de las familias afectadas.